Conocemos la ONG Bahadur Social Project y su acción en Nepal

Alejandra Puig, alumna de Publicidad, Marketing y RRPP en ESERP, colabora activamente en Bahadur Social Project, la ONG liderada por su hermano en Nepal

18 diciembre 2020

Alejandra Puig Aubeyzon es estudiante del Grado en Publicidad, Marketing y Relaciones Públicas en ESERP Business & School. Actualmente, compagina sus estudios con sus funciones de comunicación en la ONG Bahadur, donde su hermano, Nacho Puig, junto a un grupo de personas valientes y soñadoras como él, decidieron poner en marcha este proyecto que promueve el desarrollo a través de la educación.

Nacho ha trabajado durante muchos años en marketing en grandes multinacionales de España, pero conocer el Tíbet, sus gentes y circunstancias tuvo para él un impacto significativo. Esa visita fue el motor que impulsó el cambio, y desde hace poco más de un año la ONG Bahadur es una realidad. Inmerso en sus labores diarias de educación y ayuda en Nepal, el co-founder de esta ONG saca un hueco para atender a ESERP y contarnos por qué apostó por iniciar este proyecto de emprendimiento social en el continente asiático.

ESERP: ¿Cómo nace la idea de Bahadur Social Project? Es decir, ¿cómo descubrís que queréis montar una ONG?

Nacho Puig: Bahadur es el resultado de muchos intentos e ideas para lograr un mundo mejor. La ONG nace después de que Eric y yo nos conociéramos en Nepal cooperando. Volvimos a Barcelona con una frustración descomunal, al ver las grandes necesidades que tiene un país como Nepal, y las pocas herramientas que la gente local tiene para darle la vuelta a esta situación.

Una de las frases que más me inspiran a hacer lo que hago es una de Nietzsche, que dice que todo aquél que tenga un por qué, será capaz de encontrar un cómo. Y yo lo tuve claro desde el primer momento: creemos que todo el mundo, independientemente de su procedencia, género o condición social debe tener un acceso equitativo a una educación de calidad, porque, a fin de cuentas, la educación es la base para lograr un desarrollo sostenible, eso sí, partiendo siempre de la cultura local.

ESERP: En cuanto a la logística, ¿qué necesitabais para empezar el proyecto? ¿Cómo lo habéis hecho?

NP: La experiencia me ha demostrado que si tienes un buen equipo detrás, todo se hace mucho más liviano, las alegrías se multiplican y las frustraciones se comparten.

Es cierto que un proyecto como éste, si de verdad quieres hacerlo bien, requiere de mucha organización y planificación, tanto en España como en Nepal.

Nuestro primer paso fue clarificar cuál era el impacto que queríamos proponer (WHY): promover un desarrollo en las áreas rurales. Después, pasamos a cuáles eran las principales necesidades (WHAT): una educación de calidad que proporcione las condiciones necesarias para cambiar la dinámica. Y, por último, cuál era el mejor acercamiento (HOW): a través de la educación, tanto en la escuela como en las comunidades.

Una vez tuvimos esto claro, comenzamos a desgranar cada una de las actividades y actores necesarios para lograrlo, y cuando lo tuvimos hicimos un estudio de las necesidades; fue entonces cuando dimos paso a crear una estructura en España que se ajustara al proyecto y nos permitiera lograr nuestros objetivos en Nepal, y fue cuando nos decantamos por fundar la Asociación Bahadur Social Project.

Fundada la ONG, buscamos a un equipo de personas (nuestro equipo Bahadur), con ganas de ayudar, para acompañarnos durante este viaje, que han sido claves para llegar donde estamos, porque cada uno tiene sus responsabilidades.

ESERP: ¿Cuántas personas trabajan actualmente para llevar a cabo este proyecto?

NP: Actualmente somos 9, tanto en Nepal como en España, y si bien todavía nos falta un poco de coordinación en ocasiones, cada uno tiene sus tareas bien definidas. Nuestro plan de actuación se divide en tres bloques, muy sencillos: quienes somos y qué hacemos (referente al manejo del proyecto en Nepal), qué necesitamos (referente a los fondos necesarios para desarrollarlo) y cómo lo comunicamos (cómo nos acercamos a nuestro público y obtenemos dichos fondos).

Esta es la base para estructurar nuestro trabajo como equipo, pero lo más importante para mí es hacer ver que todos, con cada una de las tareas que llevamos a cabo (que en ocasiones pueden resultarnos tediosas), estamos ayudando a que 108 niñas y niños coman cada día y puedan acceder a una educación de calidad en Nepal.

ESERP: Hemos visto que la página web tiene un diseño muy atractivo y los contenidos son de calidad. ¿Lo trabajáis desde allí o se hace esa labor desde España?

NP: ¡Me alegro que os haya parecido atractiva! Llegó un punto en el que creímos necesario invertir (algo de dinero y tiempo) en un desarrollo web de calidad. Nos dimos cuenta de que teníamos un proyecto muy bonito, y queríamos que nuestra web lo reflejara.

A fin de cuentas, tanto la web como nuestras redes sociales son las principales ventanas al proyecto, y queremos que ambas reflejen lo que hay en nuestro corazón, para compartirlo con todos.

ESERP: ¿Qué significa ser una ONG emprendedora?

NP: Este es mi punto de vista, pero antiguamente existía la concepción, y en muchos casos todavía prevalece, de que como la labor de una ONG era ‘simplemente’ ayudar, no requería de personal capacitado; que todo el que tuviera algo de dinero podía hacerlo.

Mi experiencia, aunque no muy extensa, me ha demostrado que es una concepción completamente errónea, y que a veces el dinero, mal manejado, puede generar más pobreza incluso. Porque para ayudar hay que estar capacitado, y ayudar, contrariamente a lo que a veces se piensa, no es fácil. Hoy, más que nunca, el sector humanitario necesita a gente formada, gente con corazón, por supuesto, pero también personas con cabeza y que quieran aplicar sus conocimientos a fines sociales, y eso, a fin de cuentas, ha de ser un trabajo remunerado, tanto como el que trabaja en una multinacional.

Hoy, poco a poco, esta idea está cambiando, y tanto el público como las propias organizaciones se están dando cuenta de la importancia de su papel, y de que si de verdad quieren lograr un impacto positivo, no hay otra alternativa que profesionalizar la figura del cooperante.

Por eso nosotros, como ONG, funcionamos como una empresa, siguiendo una serie de procesos y protocolos Por supuesto, no somos los primeros que pensamos así, y me alegra ver que poco a poco cada vez existen más ONGs que dan más importancia a este asunto, lo que al final no hace más que maximizar la ayuda que cada una propone, y eso es lo que todos buscamos.

ESERP: ¿Es muy difícil emprender con una empresa social?

NP: Siguiendo el punto que comentaba antes, creo que si partes de la base que una empresa es una empresa, por mucho que sus objetivos sean sociales (o que busque generar valor durante el proceso), la cosa cambia.

Eso no deja de ser un reto añadido, porque a la empresa no solo se le exige ser rentable, sino que, además, exista un impacto positivo durante el proceso. Nosotros, cuando hacemos campañas de merchandising lo vemos, porque eso, en muchas ocasiones, se traduce en precios poco competitivos.

No obstante, hay algo que me alegra, y es ver que la tendencia global está cambiando (todavía estamos a años luz de lo que nos gustaría), pero poco a poco el consumidor valora más el impacto positivo que pueda generar con su compra, y cada vez somos más conscientes de que todos somos (potenciales) agentes de cambio.

El COVID, por ejemplo, habrá vaciado nuestros bolsillos, pero creo que, en muchos casos, ha llenado nuestros corazones, por lo que en cierto modo creo que, como humanos, hemos dado un paso adelante.

ESERP: ¿Buscáis alianzas con personas u organizaciones locales que os ayuden a conseguir vuestros objetivos?

NP: Por supuesto, ¡esa es la clave del éxito en la cooperación! Si hay alguien que ya lo hace, y lo hace bien, busca alianzas, porque unidos seréis más fuertes. En Nepal, por poner nuestro caso, hay muchas ONGs, y puedes estar seguro que muchas de ellas están haciendo trabajos ejemplares en sus campos, en ese caso, ¿por qué no buscar colaboraciones?

En nuestro caso es evidente, además tenemos como principal norma rodearnos de gente local, porque ningún local entenderá mejor la problemática que un nepalí, por eso siempre que podemos, buscamos partners locales para maximizar el impacto de nuestros programas.

Como siempre decimos aquí, y a muchos en Bhumlichowk les hace gracia, queremos ser los únicos blancos del pueblo, para el resto, queremos contar con locales, porque también hay gente preparada en Nepal.

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