El sueño de muchas personas que no sobrepasan la treintena es convertirse en jóvenes emprendedores. De hecho, según Adecco, el 39,3% de los españoles menores de 30 preferiría trabajar por cuenta propia, bien sea como autónomo o creando una empresa.
Por sexos, son las mujeres las que tienen el mayor deseo de emprender, (casi un 52% de ellas por un 48,1% de hombres). Asimismo, también tienen más ganas de emprender los que se encuentran en la franja que va de los 25 a los 30 (más de 6 de cada 10). Por el contrario, solo un 38,6% de los que se encuentran entre 18 y 24 estaría dispuesto a hacerlo.
Entre las razones para emprender se encuentran las ganas de hacer algo propio, la necesidad de independencia o la tenencia de una idea que creen que puede tener salida en el mercado laboral.
Pero una cosa son las ganas y otra muy distinta la realidad. Y es que más del 75% de los jóvenes consideran la tarea de emprender muy complicada de llevar a cabo. Son varios los motivos que les llevan a tener este pensamiento, pero la falta de capital o de una idea que pueda tener éxito y el desconocimiento de los trámites a seguir son algunos de los principales.
En esta encuesta también destaca la idea general de que no existen suficientes subvenciones para jóvenes emprendedores, así como que hay demasiados trámites burocráticos para montar un negocio.
Como se puede observar, la percepción que existe es que ser jóvenes emprendedores es un proceso muy complej
o y, por eso, pocos se atreven a dar el paso. Y los que se aventuran a hacerlo, aparte de la ardua tarea de montar una empresa, se suelen encontrar con muchos problemas durante su día a día que no saben resolver, principalmente por el desconocimiento.
Y es que de nada sirve tener una gran idea si no se aplica como debe. Por eso, tener una buena formación es esencial. El Máster en Dirección de Empresas Familiares y Pymes en Madrid de ESERP es una buena opción, ya que en él aprenderás a gestionar el capital, a realizar campañas de marketing o incluso las diversas técnicas de negociación que existen. En definitiva, todo lo que hace falta para poder dirigir una empresa con eficacia. Ser empresarios jóvenes no es difícil, solo hay que tener la formación adecuada.
