Internet puede haber ampliado tu campo de potenciales clientes, pero, al incrementar la exposición pública de tu empresa, también facilita que tu reputación digital sea puesta en entredicho. Te explicamos cómo superarlo.
Todos tenemos una reputación digital
Estar en Internet implica tener una identidad digital, fruto de lo que exponemos en la Red, y esta conlleva una reputación digital, que es la reacción de los demás a lo que publicamos.
La gestión de ambas se deberá llevar a cabo con una determinada estrategia digital que contemple los pasos a seguir cuando se dé una crisis.
Sé abierto
A finales de 2013, Buffer (servicio para gestión de redes sociales) fue hackeado. La empresa admitió el problema y su culpa, pidió perdón y demostró empatía hacia sus usuarios, que se lo perdonaron. Buffer continúa siendo líder del mercado, hoy en día.
Actúa pronto
Antes de que sea demasiado tarde para maniobrar. En 2009, Facebook introdujo un cambio en su política de privacidad que dejaba los contenidos totalmente abiertos y debía ser el usuario quien acotara su visibilidad. Los internautas no se tomaron muy bien el asunto.
Facebook se hizo eco de la crisis en muy poco tiempo, rectificó y todo volvió a su cauce. La reputación online marca el crecimiento de usuarios para las redes sociales.
Rectifica
Evidentemente, siempre que te hayas equivocado y, por lo tanto, proceda. Eso es lo que hizo Boeing cuando la Red se indignó por la respuesta de manual que la compañía había brindado a un niño de 8 años que había propuesto un nuevo modelo de avión. Respuesta que el padre del afectado colgó en su blog.
La gestión de la reputación online empresarial de Boeing pidió perdón públicamente en la entrada del blog en la que el padre explicaba el incidente e invitó al chaval a un tour por Boeing. El niño, feliz; el padre, también; y los comentarios, favorables.

