Los alumnos del Máster en Abogacía de ESERP Business & Law School han empezado en marzo sus prácticas en Andersen, uno de los mejores despachos de abogados de España. En esta primera parte de sus prácticas, al no poder acudir por la situación sanitaria actual a los juicios y actividades que llevan a cabo en el despacho, harán una simulación de un proceso judicial trabajando con un caso real.
En total tendrán seis sesiones de prácticas en las que trabajarán una demanda en dos equipos: una parte actora y otra parte demandada. Cada parte contará con un abogado asociado de Andersen como tutor. Alejandra Lourido estará en la parte actora, mientras que la parte demandada contará con Ignacio Herrero. Ignacio del Barrio y Francisco Álvarez, asociados sénior, dirigirán las prácticas. Actuarán como órgano judicial, emitirán las resoluciones oportunas y tutorizarán la audiencia previa y la vista.
El Moot Court, la simulación de la vista, será el 7 de Mayo. En la última sesión de las prácticas del 21 de mayo verán cómo fue el procedimiento real del caso, y cuál fue la sentencia. Ignacio del Barrio y Francisco Álvarez nos comentan sus impresiones.
Cómo van a ser las prácticas
“Por estar en la situación que estamos con la pandemia no podemos acudir con los alumnos a nuestros señalamientos y hemos pensado hacer el Moot, en el cual van a ser ellos los que, con nuestra tutorización, sean las partes del procedimiento simulando un procedimiento desde que entra el cliente hasta que se dicte sentencia”, comienza explicando Ignacio del Barrio.
Sobre el primer día de prácticas, Francisco Álvarez apunta: “He visto a los alumnos muy interesados. Nos hemos dividido en dos grupos para trabajar el grupo de la demanda y el de la contestación. Les ha parecido muy práctico. Hemos visto muchas cuestiones teóricas a la largo del curso y ahora se va a poner en práctica en un supuesto real”.
“Se plantea una demanda real, una estrategia de defensa, valorar el estado de las partes y tener en cuenta todas las cuestiones teóricas en un caso totalmente real. Se hace como cualquier procedimiento por demanda, con sus trámites, con todos sus estudios de análisis y planteamiento de las cuestiones. Les ha parecido muy interesante”, añade.
Estas prácticas completan el plan de estudios desde dos aspectos. “El primero, desde el punto de vista práctico. Si quieren dedicarse a la profesión de abogacía necesitan saber a qué se pueden dedicar si quieren ser procesalistas. Desde el punto de vista de despacho añadimos valor desde Andersen, para que tomen conciencia de qué es lo que hacemos aquí desde que entra un cliente”.
“Hay muchos conceptos teóricos pero luego cada supuesto es distinto, único y las circunstancias cambian”, asegura Álvarez. “Lo que se estudia, lo que se dice, lo que se comenta, lo que se manda por correo, etc. Muchas de las circunstancias y posibles medios que se pueden emplear vienen dados por la realidad, que viene como viene, y hay que buscar para cada caso una alternativa, una solución”.
El reto de hacer que la sentencia sea favorable
“Lo mejor de todo es que vamos a poder aplicar la teoría de forma práctica. Aplicar casos reales de esta bonita profesión con uno de los mejores despachos es un reto ilusionante”, explica Alberto Juárez, uno de los alumnos del Máster, miembro de la parte demandada.
En el primer día de prácticas “nos han dado un caso como tal, ofreciendo toda la información posible con una serie de contratos que tenemos que analizar en función de que cláusulas hay, pero no nos han dicho nada en claro porque es trabajo nuestro desarrollar qué estrategia aplicar en cada momento, qué comentar, qué incluir, qué prueba proponer. Es un caso totalmente real que es lo divertido”.
Morris Eidelman participa en la parte actora, y nos explica que el principal objetivo en esta parte del Máster en Abogacía es tener sentencia favorable en el caso práctico planteado. “El primer día fue la presentación de la demanda, es decir, cuáles son las estrategias que se debe tener en cuenta, cuáles son los puntos débiles, las fortalezas. Es exactamente el concepto de la matriz DAFO considerando todos los temas que nos favorecen y nos desfavorecen y tratar de realizar de la mejor forma posible los elementos para que el juez entienda de qué se trata”.
La penúltima sesión será el juicio, el Moot Court entre las dos partes, y las prácticas terminarán con un repaso del juicio real y de la sentencia del caso para que vean las diferencias del caso real con lo que los alumnos han estado trabajando.
Siempre y cuando la situación sanitaria actual lo permita, el Moot Court se celebrará en las oficinas de Andersen en Madrid siguiendo el procedimiento ordinario judicial, tal y como detalla Pablo Ramos. “Presentación de la demanda que tienen que hacer los equipos, contestación a la demanda en unos 20 días -que es el plazo legal-, luego se realiza la audiencia previa y el juicio con testigos, pruebas, peritos y demás documentos que se quieran incluir para finalizar con la sentencia”.