La experiencia de Bawati Massutí, la alumna de eserp que colabora en la ONG Chhimeki Sanstha

La experiencia de Bawati Massutí, la alumna de eserp que colabora con la ONG Chhimeki Sanstha para ayudar a las mujeres nepalíes

1 diciembre 2021
  • Esta organización creada por mujeres nepalíes tiene como objetivos empoderar a la mujer, reducir la pobreza y promover la educación.
  • Hablamos con Bawati Massutí, alumna de eserp del Grado en Publicidad, Marketing y Relaciones Públicas que colabora con la ONG, y con Shobha Shrestha, directora general de Chhimeki Sanstha, para conocer este proyecto y la implicación de nuestra alumna.

Bawati Massutí es alumna de eserp del Grado en Publicidad, Marketing y Relaciones Públicas. Su vocación de ayuda a los demás y su enorme motivación humanitaria le han impulsado a trabajar con la ONG Chhimeki Sanstha, organización formada por mujeres voluntarias que ayudan a otras mujeres de los barrios más desfavorecidos de Katmandú.

Ella representa los valores que inculcamos a nuestros alumnos en eserp, donde formamos personas capaces de convertirse en agentes de cambio para la sociedad y buscamos que estas tengan una comprensión profunda de otras culturas, como resultado de todas las experiencias que brindamos en la escuela. En este contexto, conocemos cómo funciona la ONG y las labores que realiza Bawati para ayudar a Chhimeki Sanstha y a las mujeres nepalíes.   

Los conocimientos adquiridos en eserp ayudan al desarrollo de la ONG

La alumna de eserp se encarga de dar visibilidad a la ONG a través de las redes sociales y realizando eventos benéficos que se organizan cada cierto tiempo con el objetivo de conseguir fondos económicos y ayudar a financiar los proyectos. “La carrera que estoy estudiando me da la posibilidad de colaborar con esta ONG puesto que todos los conocimientos adquiridos puedo aplicarlos en mi día a día. De hecho, estamos planeando un evento benéfico en Mallorca junto a la bodega Blanca Terra y todas las acciones de marketing que llevaremos a cabo las he podido planear y organizar gracias a todas las herramientas y conocimientos que me ha dado Eserp”.

Bawati Masuttí, alumna de eserp, en su viaje a Nepal

Su madre llevaba desde 2008 colaborando con esta ONG y siempre había querido ayudarla, pero no sabía cómo hacerlo hasta que en 2018 viajó a Nepal: “Tuve la oportunidad de conocer de primera mano todos los proyectos de Chhimeki Sanstha. Fascinada por todo lo que había visto y aprendido, decidí que quería formar parte de esta increíble organización por, entre otras cosas, la gran implicación que tenían aquellas mujeres para realizar un cambio estructural real en el país y mejorar las condiciones de las mujeres”.

Sobre la organización de Chhimeki destaca: “Está muy bien estructurada y opera perfectamente desde su sede en Nepal. Confiamos plenamente en esta organización creada por mujeres nepalíes y con unos objetivos muy claros: empoderar a la mujer, reducir la pobreza y promover la educación. Además, es una organización con muchos años de experiencia que ha ido obteniendo resultados muy positivos con cada una de sus iniciativas. Por ello, creemos que la mejor forma de ayudar es dándoles apoyo económico y visibilidad para que puedan seguir trabajando en sus proyectos”.

Un país que no deja sorprender por la amabilidad y alegría de su gente

A pesar de haber estado en Nepal varias veces, Bawati no deja de sorprenderse por este país cada vez que lo visita, sobre todo por la amabilidad y alegría de su gente. Destaca que son personas “muy positivas y alegres” y que esto es algo que maravilla a todos los turistas que visitan Nepal.  “Son personas con muy pocos recursos, pero están siempre dispuestos a ayudarte con lo que tienen y con una sonrisa. Esto es algo que intento no olvidar y lo aplico en mi día a día”, aclara.

Siempre que regresa de Nepal viene con “una lección nueva aprendida”, porque además todo lo que aprende trabajando con la ONG lo ha podido aplicar en España traduciéndose en acciones colaborativas para conseguir recursos financieros. Algunas de las acciones que han realizado son: la venta de bolsas confeccionadas por las mismas mujeres nepalíes, la organización de eventos benéficos o la recaudación de fondos a través de nuestra red de amistades. “Este año realizamos una captación de recursos económicos para provisionar alimentos y material higiénico, necesarios debido a la pandemia, que ayudó a más de 500 familia”.

Ponerse en la piel del otro para ayudar

Antes de finalizar, Bawati aclara que cuando se trabaja con una organización de otro país con una cultura totalmente distinta “es muy importante ponerse en su piel”, porque muchas veces ocurre que “los europeos intentamos resolver un problema con la mentalidad occidental y esto, aunque lo hagamos con la mejor intención posible, es un error inocente que nos impide realmente ayudar al país sin alterar su cultura, religión, economía”.

De hecho, una anécdota curiosa ocurrió cuando su madre colaboraba en proyectos de cooperación en una comunidad de una zona rural. Ahí las mujeres hacían un largo recorrido para provisionarse de agua, pero se decidió financiar la construcción de un pozo en el centro del poblado. Los resultados no fueron los esperados puesto que las mujeres no usaban el pozo y preferían seguir haciendo su largo recorrido diario aprovechando ese tiempo para socializar con otras mujeres de la comunidad. “Esto nos hace reflexionar sobre la imposición de soluciones desde la mentalidad occidental y por eso para que un proyecto sea viable debe contar con la participación de los posibles beneficiarios del mismo”, concluye.

Una ONG de y para mujeres

Para conocer un poco más sobre la ONG, acudimos a su directora general Shobha Shrestha, que nos cuenta en primer lugar qué hace la organización en términos de igualdad y empoderamiento de la mujer: “La organización trabaja para los niños y niñas menores de 3 años y las madres en atención prenatal y postnatal; especialmente las que son pobres, las que viven en viviendas de alquiler o en asentamientos informales, las de grupos desfavorecidos y marginados, las que han emigrado del campo a la ciudad para conseguir un empleo o un autoempleo. En definitiva, las que tienen condiciones socioculturales, sociodemográficas, socioeconómicas y de atención sanitaria pobres y débiles”.

“Tenemos una buena política organizativa para ofrecer actividades de concienciación, desarrollo de habilidades y formación profesional a las mujeres y madres de la comunidad. Esta política apoya el desarrollo de las habilidades necesarias para aquellos que no están cualificados. Les ayuda a participar en diferentes actividades, a ganar confianza y a exponerse a encontrar un trabajo o un autoempleo en otro lugar. Este es uno de los medios de empoderamiento de las mujeres en términos de alternativas de ingresos y desarrollo de capacidades”, añade.

La organización también gestiona 6 guarderías para que unos 150 niños y niñas de hasta 3 años reciban servicios diarios de guardería. Esto apoya a las familias pobres para que puedan ir a trabajar y tener la oportunidad de ganar dinero, mientras mantienen a sus hijos en el centro. Es otra estrategia clave para apoyar a los padres indirectamente para que se involucren libremente en su trabajo.

Cómo ayuda la ONG al empoderamiento social, económico y político de las mujeres

Desde la ONG se programan actividades dirigidas a las mujeres y se organizan a menudo acciones de entretenimiento, como picnics, festivales culturales, invitaciones a amigos en la ceremonia de matrimonio de su familia o de sus parientes y muchos otros eventos rituales. 

Para la actividad económica y de generación de ingresos, la organización proporciona desarrollo de habilidades y formación profesional, según sus necesidades y la demanda del mercado, como coser, tejer, cocinar y hacer zapatos a las mujeres marginadas y necesitadas (sin discriminar por casta, clase, religión o región). Después de la formación, algunas de ellas pueden dirigir su propia pequeña empresa. Este proyecto de desarrollo de habilidades ayuda a las mujeres a mejorar su empoderamiento económico.

En cuanto a la capacitación política, se han formado a más de 1.500 madres para que sean independientes en todos los aspectos de su vida, como el derecho a tomar decisiones en su propia vida, el acceso a la información, el acceso a la financiación, el acceso a participar en actividades sociales.

Concluyendo, la directora general de la ONG resume: “Trabajamos muy estrechamente y de forma emocional con mujeres y madres y las motivamos para que se impliquen en diferentes oportunidades, como la formación en el desarrollo de habilidades, actividades de ahorro y crédito y creación de redes comunitarias para romper con aquello que las obliga a convertirse únicamente en amas de casa. Creamos una plataforma para que compartan sus sentimientos y, al mismo tiempo, ayudamos a explorar la oportunidad de que se dediquen a la generación de ingresos según sus habilidades. Tenemos muy buenas historias de éxito de mujeres de la comunidad que ahora son independientes, capaces de mantener a sus hijos, familia y parientes, y que tienen ingresos sostenibles”.

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